sábado, 13 de febrero de 2016

Y llegó el día

Hace ya tiempo que no aparezco por aquí pero lo que me lleva a escribir hoy bien merece la pena. El pasado día 5 de febrero mi mujer y yo fuimos a la Sala X en Sevilla a ver a mi admirado Fernando Alfaro, si bien era el cumple de ella el concierto fue más un regalo para mi.
Personalmente fue la culminación de un camino que en mi caso comenzó un viernes del 97 cuando ya viviendo en Sevilla volvía junto a mi ya inseparable compañero Miguel a nuestra tierra , Málaga. En la radio sonaba una banda de nombre Chucho y la canción El detonador EMX-3.
No conocía en aquellos momentos a Surfing Bichos, así que ese instante fue en el que descubrí a Fernando y desde ese día conecté con él, fue un desgarro en mi interior que me hizo sentir que en ciertos aspectos de mí no estaba solo.
Desde aquel día mi vida musical fue de la mano de Chucho, Fernando Alfaro y los Alienistas y Fernando Alfaro ya en una vida extraña y rara, en definitiva ha sido junto a Alfaro cómo mis días musicales y también personales han ido sucediéndose.
A veces pienso que la vida que tengo no es la que me gustaría haber tenido, que creo podría haber hecho otras cosas que como persona me habrían enriquecido más y de paso a mi familia. No han sido pocos los momentos en los que me he venido abajo y en todos esos momentos la música siempre ha sido lo que me ha salvado con Alfaro a la cabeza.
Volviendo al inicio, el pasado viernes llegué  a la sala de conciertos como si fuera un chaval, como si fuera aquel crío que con 15 y pocos años iba con sus colegas que tenían una banda y los acompañaba a los conciertos soñando con que podría ser uno de los miembros, algo que nunca fue, y que creo echo de menos.
Primero actuaron Eladio y los seres queridos, dando un buen ambiente a la sala, bastante vacía, todo hay que decirlo, y eso que los chavales se implicaron de lleno.
Todavía tocando Eladio apareció en la sala Fernando y el subidón se metió ya dentro de mí.
Nada más terminar nos situamos ya frente al escenario porque no queríamos perdernos nada del concierto que iba a comenzar, y comenzó con Fernando y su guitarra tocando Extintor de infiernos, y mi mujer flipando ya que está loca con esa canción, como mi hija que junto a mi hijo fueron los grandes ausentes, porque con 8 y 13 años escuchan a Alfaro como el que más, ¿será de escucharlo desde que nacieron?.
El concierto fue una pasada de sucesión de temas del nuevo disco junto con perlas magníficas tanto de Surfing como de Chucho. Para el recuerdo quedará el haber escuchado en directo la primera canción que le escuché, El detonador que finalizaba arrancándome sin solución de continuidad con La luna aplastada, ¡¡¡qué momento!!!.
Durante casi una hora y media cantamos y saltamos con el detonador, la luna aplastada, camisa hawaiana de fuerza, vimos como pasa el tiempo con tempus fugit, repetimos cucurbitacea en Saariselkä Stroll,arrancamos vías, nos construimos un velero, subimos con Herodes en ascensor, aniquilamos pisos, y recordamos a hermanos carnales, comimos comida china y subfusiles y disparamos con rifles de repeticion.
¡¡¡Que pronto acabó todo!!!!
Tras el concierto tuve la ocasión de conocer en persona a Alfaro, pedirle que le dedicara Saint Malo a mis hijos y hacerme una foto con él como si fuera un grupie quinceañero, pero bueno creo que no hay edad para según qué cosas.

Gracias Alfaro por todo lo que me has dado sin saberlo, y por lo que espero me sigas dando mucho tiempo, de cualquier forma lo que ya tengo tuyo formará parte de los tesoros que me acompañaran cuando parta hacia no sé dónde, pero espero que para eso aún quede mucho tiempo y que sea escuchándote.

Para Alvarito, siempre en el recuerdo, saludos allá  donde estés.

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